Fue una celebración a la relevancia e influencia de los murciélagos en el equilibrio ecosistémico a través de la polinización, el control de plagas y la dispersión de semillas, con lo cual impactan en la vida y la alimentación de los seres humanos.
Fue una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente y el Bosque de Chapultepec en colaboración con el Zoológico de Chapultepec y el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental.